SANDRA PÉREZ HAIJIN ARGENTINA


HAIKU – Sandra Pérez

 Sandra Pérez. Trabajo como maestra de educación primaria, algo que me divierte hacer cada día desde hace más de tres décadas. Practico sumi-e y saibokuga. Conocí el haiku y desde entonces comenzó a formar parte de mis días. Coordino talleres de sumi-e y haiku para niños. En facebook podés encontrame como DeSPerezarte – Taller del colibrí.


Más que de mí, prefiero contarles algunos instantes que tuve el privilegio de vivenciar:


Brisa en las plumas
Se va filtrando el sol
entre los frutos.


Huele a eucalipto
chisporrotean las piñas
en el brasero.


 El brillo de las piedras
a orillas del lago
salta una trucha


Clarea más el día
sobre la nieve
que cayó anoche.


Musgo en las rocas
la sombra de los vencejos
cruza la cascada


Ni por un instante
baja las orejas
la cria del huemul.


Atardece en la sierra.
La sombra de los pinos
picoteada de tordos.




Huele a podrido
en la orilla rocosa
el brillo de las escamas.


Viento del sur
en todas direcciones
gotas de sal


Levanta el sol
La nieve se hace
mucho más blanca.


Tres pescadores, 
resbalan por la tanza
gotas con sol.
           

Bajan las aguas;
una flor de irupé
en la resaca.


Al llegar el colibrí,
los insectos que cantaban
se callaron


El lago inmóvil.
Se escurren los salmones
entre las piedras


Queda algo
del olor a jazmines.
El brillo de luna.


Gaviotas en vuelo.
El calor de la arena
entre los dedos.


Entra y sale de la lavanda -
las alas traslúcidas
del abejorro.




El viento cambia
el goteo del pino…
Tarde de otoño.


Cerezo en flor.
Se acorta el camino
a la Basílica.


No llueve más;
a oscuras, en el charco,
bebe un gorrión.


Con la primera brisa,
por toda la vereda
las hojas secas.


Un gato negro
echado en un colchón
de hojas amarillas.

Brisa en el cedro
cuando canta el mirlo
levanta la cola.


Canto de zorzales
Amanece sin vilanos
el diente de león


Bramidos de un ciervo
Amarillea la nieve
en el Lanín*    
                                                       *volcán  de los Andes el Sur


Noche sin luna.
Chirrian más fuerte
las chicharras.


Con niebla,
de a poquito,
se va el sol entre los pinos


Torrejas de pan
Desde el alero al suelo,
inclinada, la lluvia.


Sin hacer ruido,
un remolino de hojas.
Abajo, el río.


Con el relente,
hurgueteando el almuerzo,
dos mendigos.


Rosa sin pétalos,
en los estambres torcidos
gotas de lluvia.


Mientras llueve
se va haciendo de  noche.
Alero de chapa.


Antes del alba
el canto de un zorzal,
olor a lluvia.


Más arrugadas
las manos que podan
esta tarde de otoño.


Nieve en la cima.
Humea el lomo
de la yegua echada