BREVE HISTORIA DEL HAIKU COMO FORMA LITERARIA
Orígenes
Haiku, Zen y sintoísmo
Según algunos autores
(ver bibliografía V.
Haya Segovia), existe
la falsa creencia de que el haiku es de origen Zen, y nada más lejos de la
realidad ya que el budismo llegó a Japón procedente de China en el siglo VI y
comenzó a desarrollarse muy lentamente entre una minoría y se han encontrado
haikus en una obra clásica de recopilación de poesía del siglo VIII, el
Manyoshû, que contiene al menos
100 “asombros puros
por la Naturaleza”
sin influencias budistas y
hay muchos poemas
de 31 sílabas
donde aparece ya
la actitud característica del
haiku: la Naturaleza
no es excusa
de los sentimientos humanos, sino objeto
poético en sí mismo. O, lo que es lo mismo, el poema surge «del
asombro del japonés
primitivo por lo
que ocurría en la Naturaleza».
Se trata
de una espiritualidad característicamente japonesa, anterior al zen y al propio
budismo, y vinculada al sintoísmo.
La vinculación con
el Zen se
produjo cuando en
el siglo XVII Bashô,
monje budista, recuperó el haiku y lo lanzó de nuevo a la popularidad en
Japón.
D.T. Suzuki, gran maestro budista zen, ya en el siglo XX, en
su obra “El Zen y la cultura japonesa”,
se apropia del
haiku como expresión
poética del Zen, cosa que en parte es cierta, en cuanto a
que el Zen la utilizó para la difusión de su filosofía, pero eso dista mucho de
ser el Zen el origen del haiku y ese matiz es bastante importante.
Como Suzuki tuvo
gran aceptación en
Occidente y era
conocido de Blyth,
-pilar básico de la difusión del
haiku, ya que en su obra se han basado
casi todas las traducciones de haiku que se conocen al inglés- esa medio verdad coló y se dio por válido ese
falso origen. El haiku se acerca más al taoísmo.
Contenido
El haiku describe
generalmente los fenómenos
naturales, el cambio
de las estaciones y
la vida cotidiana
de la gente.
Su estilo se
caracteriza por la naturalidad, la
sencillez (no el
simplismo), la sutileza,
la austeridad, la aparente asimetría que sugiere la libertad
y con esta la eternidad.
En la base
del haiku hay
una percepción directa
de las cosas,
apegada a lo sensible y libre de
conceptos abstractos. Blyth lo define como «una mera nada, pero inolvidablemente significativa». Y
esta definición es
bastante aceptable, aunque el
haiku es mucho más, es el arte del silencio empleando palabras.
Para Vicente Haya,
«la palabra humana
que se transforma
en haiku es la expresión de
un silencio profundo
y ancestral que
es previo y
posterior a nuestra existencia
como criaturas».
La piedra angular del haiku es el aware, una emoción
profunda provocada por la percepción de la naturaleza. A menudo se trata de una
emoción melancólica (el poeta,
contagiado por el sufrimiento de los seres, siente su tristeza y de ahí nace su
poesía), pero también la alegría exultante puede ser aware. Se trata de una
conmoción espiritual, que es a la vez estética y sentimental.
En el haiku
genuino se produce
una comunicación análoga
a la no
verbal (el haragei, arte de comunicarse sin palabras), sin confusión ni
ruido.
El haiku tal como se consolidó tras Bashô y Onitsura (en el
siglo XVII) es un instrumento para la vía del espíritu. Tras ellos, hay un
antes y un después en el mundo del haiku.
Características
El Haiku clásico,
es un poema breve, de
una estrofa de
17 sílabas, aunque excepcionalmente puede
contar entre 16 y 23
sílabas, lo que
se denomina hachô ( haiku de
metro roto). El haiku contemporáneo es más libre dentro de la brevedad,
aproximándose a la métrica 17 sílabas.
Sí es importante que contenga kigo, que es la palabra que
hace referencia a la estación del año y suele situarse en el primer verso,
aunque tampoco esto es definitivo para que sea un haiku, de hecho hay haiku sin
kigo (mu-kigo), pero que se consideran
haiku porque saben
a haiku. Ese
sabor es lo
que se denomina haimi.
El haiku no
es un proceso
mental que se
pueda definir. El
haiku es pura intuición, percepción
inocente, libre de
conceptos abstractos. El
haiku es la focalización de las cosas, los olores, los
sabores, los colores. Se parece mucho a la fotografía o al cine documental.
Como se ha
apuntado con anterioridad,
la piedra angular
del haiku es el aware. Sin
entender el aware
(mono-no-aware, que literalmente
significa el aware de
las cosas), no
se puede acceder
a las profundidades
del sentir japonés ya que es la
médula espinal de la poesía japonesa y a su vez, el hilo conductor del haiku
desde sus orígenes hasta hoy en día.
Numerosos niponólogos, entre ellos los de la escuela
jesuita, han identificado este
término con la
expresión latina lacrimae
rerum, por la
cual el poeta contagiado por el sufrimiento de los
seres, siente su tristeza y de ahí nace su poesía, cosa
que es en
parte cierta ya
que entronca con
un pensamiento claramente budista
y japonés, pero esto sería quedarse cortos.
Motoori Norinaga, inventor del término, se muestra muy firme
a este respecto:
“Aware es en
esencia una expresión
de hondo sentimiento
en el corazón".
Posteriormente,
esta palabras ha
sido usada para
referirse solamente a un sentimiento
triste, pero ésta es sólo una de las acepciones del término… Aware fue
originalmente una exclamación
para expresar cualquier
sentimiento emocionante.
Pertenecía a la
misma categoría que
ana y aya
(ambas exclamaciones)(…) Aunque la gente concibe frecuentemente aware
con el solo significado de la
tristeza, esto no
es completamente correcto.
Más adecuadamente, cualquier emoción profunda, sea feliz, divertida,
alegre, triste o nostálgica, puede ser referida como aware”.
Norinaga cuenta
que la primera vez que se usa la palabra aware en la literatura japonesa es en
el relato mítico del fin del
primer eclipse, conocido
como Ame no
Iwayado (“La Gruta
del Cielo”)y se usa como expresión de exultante alegría.
“Cuando la diosa
Amateratsu (el sol)
salió de su
morada de Roca
Celestial, Cielos y Tierras
naturalmente se iluminaron
y brillaron. Acto
seguido, los Cielos se despejaron
por primera vez y los Kami (dioses) dijeron “Ahare” que significa Ame haru (“Los cielos se han
despejado”).”
Y Matsumoto Shigeru añade:
“Sobre este asunto, Norinaga comenta que este ahare( aware)
hace referencia a la alegría que
muchos de los
kami experimentaron en
el momento que Amateratsu salió de su escondite e
iluminó los cielos y la tierra: el sentimiento exultante de “Ame haru” (“luce
el sol”)*
Fuente: “Haiku Tsumami –Gokoro” de Vicente Haya, Ed.
Shinden.
El aware es
la reacción de
asombro puro del
cuerpo humano ante
la Naturaleza estimulante, unida a la sensibilidad particular de ese ser
humano que percibe. Pero
no se trata
tan sólo de
una conmoción estética
por ser testigo de algo
hermosamente triste o por sentir una emoción sentimental, si no que estamos
ante una conmoción de carácter espiritual que en Oriente está irremediablemente
unida a las otras dos.
Y esa conmoción
que es el
aware solo sobrevive
a través de
las palabras cuando el haijin (el
poeta que escribe haiku), se ha eliminado del proceso.
Y aquí reside la gran dificultad para escribir haiku: El
haijin, poeta de haiku, ha de eliminarse del proceso del que es responsable.
El haragei es el arte de comunicarse sin palabras. Es la
comunicación desde el hara silencioso, el centro esencial de cada ser. Las
palabras confunden, lo que transmite el hara es la verdad. Por eso el haiku que
no lo es, hace ruido o lo que es lo
mismo produce desarmonía.
La palabra en
el haiku, se
tiene que transformar en algo
contrario a “un ruido”.
Wa es armonía. El idioma japonés se autodefine como Wa-go,
el idioma de la armonía.
El haikai o haiku tradicional consta de 17 moras (unidad
lingüística de menor rango que la sílaba) dispuestas en occidente en tres
versos de 5, 7 y 5 moras, sin rima. Suele contener tanto una palabra clave
denominada kigo (季語? ), que indica la estación del año a la que se refiere, como una cesura o pausa
verbal, conocida como kire, que separa a un haiku en dos imágenes
contrastantes. En japonés se escribe como una frase seguida, visualmente no se
divide en tres, aunque en su
estructura melódica se
aprecia un ritmo
que corresponde en muchos casos a esa métrica.
En la página 10 del libro "Tres Monjes Budistas"
Hôsai, Santôka y Seishi de Ed. Maremoto, V. Haya dice:
"Se ha definido
al haiku como
una poesía de
brevedad límite; sólo diecisiete
sílabas japonesas (ji-on). Aunque no tiene por qué dividirse en tres versos de 5-7-5
(admitiéndose igual 7-5-5, 6-6-5, o cualquier otra fórmula...) el tópico y la
tradición nos van a fijar el metro en ese 5-7-5....Actualmente, hay poetas de haiku
que prescinden completamente del metro de diecisiete sílabas y escriben poemas sin
metro alguno que
pueden sin embargo
ser considerados haiku."
En la pag. 142 de la quinta edición de 2005 en el apartado
Longitud métrica del haiku ,del
libro de Rodríguez
Izquierdo "El haiku
japonés" de Hiperión, pone ejemplos
de esa irregularidad
con algunos haikus
de Bashô. Es muy
interesante lo que dice, resumiendo un poco: "... se calcula que uno de
cada veinticinco haikus, no cumple esta norma estricta" (cita de
Henderson: Haiku in English). La
línea abierta por
Shiki y sus
seguidores no se
someten al número fijo de
sílabas. Según Shiki "Queremos dar el nombre de haiku a toda clase de
ritmo. Más aún, versos que amplían el campo desde 14 o 15, hasta incluso 30
sílabas, pueden llamarse
haiku" Shiki descubrió
que en el
haiku clásico los intervalos
entre los tres
versos, no se
producían uniformemente respecto a
la longitud y
también una oscilación
silábica desde 16
hasta 25 sílabas. El mismo Bashô
aseguraba que la consecución del ritmo no dependía sólo del número de sílabas. Rodríguez
Izquierdo pone los siguientes ejemplos con tres haikus de Bashô:
Haiku nº 17 pag. 275
Kareeda /ni (5)
karasu /no/ tomarikeri (9)
aki / no / kure (5)
Sobre la rama seca
un cuervo se ha posado;
tarde de otoño
haiku nº 22 pag. 283
Hige / kaze
/ wo / fuite (8)
boshuu /
tanzuru / wa (8)
tare / ga / ko / zo (5)
¿Quién es el que se lamenta,
su barba soplando al viento,
por el ocaso de otoño?
haiku nº 148 pag. 425
Ro / no / koe / nami / wo / utte (10)
harawata / kooru (7)
yo / ya / namida (5)
La voz del remo batiendo la ola,
y la noche que hiela las entrañas;
lágrimas.
No obstante, R.I. dice que es la fidelidad a la pauta
silábica 5-7-5 , más que el mantenimiento del "kigo" lo que ha mantenido al haiku como lo que es, que aunque la
medida silábica no ha de
tomarse con rigor,
si es aconsejable aproximarse a
la medida que se ha
mantenido como una constante en el haiku
de todos los tiempos.
Haiga
Con el fin
de acompañar el
haiku, muchos poetas
realizan una pintura.
Matsuo Bashō fue el primer poeta en adoptar esta forma del
haiku.
Haijin
Es el nombre
que se da
al autor de
un haikai o
haiku. Los Haijin
más importantes de la historia de Japón son:
-Bashô recupera el
haiku y de
alguna manera lo
ennoblece, lo impregna
de esa bella tristeza
(wabi-sabi) tan japonesa
que antes no
tenía. Y como
es natural, lo hace
más Zen, dándole
una dimensión y
una profundidad trascendente:
Kono michi ya yuku hito nashi ni aki no kure
此道や行く人なしに秋のくれ
Nadie que vaya
por este camino
Crepúsculo de otoño
Trad. V.Haya
Fuente: Blog "El Alma del Haiku"
-Onitsura: Siglo XVII. Contemporáneo de Bashô y también
monje budista.
Según los entendidos, compuso el primer haiku auténtico, tal
y como quedaría para la posteridad, con
tan sólo siete años de edad:
Koi koi to iedo hotaru ga tonde yuku
“Ven, ven”, le dije,
pero la luciérnaga
se fue volando
Trad. Vicente Haya
Fuente: Palabras de
Luz Ediciones Miraguano
(BLYTH, R.H. A
history of
haiku, vol 1, p. 103, ed. 1984)
Sora ni naku ya mizuta no soko no hototogisu
空に鳴くや水田の底のほととぎす
Canta el cuco
desde el fondo del arrozal
y su canto resuena en el cielo
Trad. V. Haya
Fuente: Blog "El Alma del Haiku"
-Buson: Siglo XVIII. Pintor muy reconocido en su época y
poeta de haiku. Se consideraba a sí mismo discípulo de Bashô aunque no le
conoció. El posa su mirada y resuena
con los momentos
en los que
aparentemente “no pasa nada”. Buson lo ve todo, retándonos en
nuestra vanidad. La obra de Buson es cuidada y de buen gusto. Hay quien le
considera en número uno por encima de Bashô. Su trabajo parte de lo mejor de
sus antecesores y esa distancia le proporciona una tranquilidad creativa con la
que probablemente no contaron los haijin que le precedieron.
Mijika-yo ya ashi-ma nagaruru kani no awa
みじか夜や芦間流るる蟹の泡
Noche corta de verano:
entre los juncos, fluyendo,
la espuma de los cangrejos
Trad. V. Haya.
Fuente: Blog "El Alma del Haiku"
-Issa: Siglo XVIII-
XIX. Monje budista
con una vida
personal muy trágica
y triste. Issa es un corazón humano que se proyecta en lo que escribe,
lo que le hace muy popular en occidente.
Muchos lo comparan con Francisco de Asís
por su amor hacia los animales.
kuchi akete oya matsu tori ya aki no ame
Abriendo los picos,
los pajaritos esperan a su madre:
la lluvia de otoño
Traducción Vicente Haya .
Fuente: "El corazón del haiku. La expresión de lo
sagrado" Mandala Ediciones
2002
-Shiki: Siglo XIX. Viene a sacar el haiku del estancamiento
en el que estaba y apuesta por Buson como el mejor por encima de Bashô. Shiki
quiere retomar el camino de
la belleza del
haiku de Buson,
pero depurándolo de
todo misticismo o religiosidad. Es un agnóstico que consagra su vida a
un modelo ideal de poesía. Sus consejos a los seguidores de su escuela fueron
un alegato de libertad poética frente a las normas y la tradición.
Nureashi de suzume no ariku rôka kana
ぬれ足で雀のありく廊下かな
Andando con sus patitas mojadas,
el gorrión
por la terraza de madera
Traducción Vicente Haya.
Fuente: Blog "El Alma del Haiku"
Algunas de sus normas fueron:
Sé natural.
Lee a los antiguos que en ellos encontrarás buenos y malos
haiku
Los haiku sobre lugares comunes pueden estar distorsionados
y deformados.
Escribe para tu agrado personal.
Recuerda la perspectiva.
Lo grande puede
ser pequeño si
está lejos y lo pequeño
puede ser grande si está cerca.
Los haiku se ocupan de asuntos naturales, no humanos.
Los haiku no
tienen por qué ser
proposiciones lógicas y la razón
no ha de aflorar a la superficie.
Mantén las palabras tensas, sin añadir nada inútil.
Usa con preferencia las composiciones basadas en la
realidad.
Lee todo lo
que hay escrito
sobre haiku y
medita sobre sus
aciertos y sus errores.
Ten tu propio estilo.
Conoce el arte en general
-Santôka: Siglo XX.
Es el heredero
de una larga
tradición de poetas vagabundos en un siglo en el que ya no
estaba tan bien visto. Santôka no sólo es
un genio como
escritor de haiku
libre, además es
un ejemplo de
hombre místico y espiritual que transforma sus vivencias más duras en
oportunidades de crecimiento personal,
de liberación. Eligió un camino de libertad individual desde la más sincera
humildad.
Akikaze no ishi o hirou
秋風の石を拾う
Con viento de otoño
recojo una piedra
Trad. V. Haya
Fuente: "Saborear el agua" Editorial Hiperión
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