La estética japonesa se puede resumir en el término aware, que podría equivaler a nuestra “nostalgia” o
a la “saudade”
Portuguesa, pero que
implica muchos más
matices. Motôri Norinaga (1730-1801)
acuñó la expresión
mono no aware
– algo así
como la conmoción compasiva por la belleza efímera- .
Según él, aware es, en esencia, una expresión de hondo sentimiento en el
corazón”…… Norinaga llegó a afirmar que toda la poesía japonés, desde el Man`yôshu,
se ha escrito bajo ese sentimiento, que implica la honda impresión producida
por la pequeñas cosas, cierta tristeza compasiva, una intensa nostalgia
relacionada con el otoño o con lo efímero,
una serena aceptación
de la fugacidad
de este mundo, e
incluso el placer refinado que
se puede encontrar
en la búsqueda
de los placeres
mundanos, aunque sean pasajeros….
……En el
siglo XVII, Tohô,
uno de los
discípulos de Bashô subraya
que el haikai
fija en un instante dado las cosas que se mueren….
antes de que se extingan en el espíritu.
….Las flores del cerezo han venido a ser el arquetipo
simbólico del mono no aware, debido a su belleza, a
su fragilidad y a su
fugacidad, pero ese
sentimiento se expresa
también en los matices
de lo inacabado
y de lo
solitario.: “ La
flor solitaria- recodaba
Kawabata- contiene mayor gracia
que un centenar de flores… Incluso hoy en día, en la ceremonia del té, la práctica
general consiste en que haya una sola flor en la sala en donde aquélla se
realiza y que sea una flor en capullo…” Se llega a valorar más la belleza de
las flores caídas o marchitas del otoño que la de las flores primaverales en
todo su esplendor; o la belleza de la luna brumosa sobre la belleza de la luna
llena.
Hay otros conceptos
que se relacionan
íntimamente con el
aware y que
ahondan en su significado: wabi
implica un sentido
austero de la
belleza; sabi sugiere
soledad, asimetría, refinada
quietud en mendio de la realidad cambiante, desapego, y también pátina,
soledad, abandono (“sabi- escribe Kyorai, citando a su maestro Bashô- es el
color del verso”); y yugen expresa el misterio que emana de la sacralidad de
las cosas, provocando el asombro… Al final, todo eso confluye, ese implica y se
resuelve en ese “no sé qué que quedan balbuciendo”, y que, en toda poesía
verdadera, pertenece más a lo “no dicho” que a lo expresado. En el haiku, la cadencia
irregular, la frecuente onomatopeya, la ausencia de rima y la pausa rítmica del
kireji contribuyen a potenciar la sensación de algo inacabado y abierto. La
palabra ”cortante”, kireji, no tiene significado específico, pero es un recurso sumamente eficaz, lleno de
sutileza. Las más frecuentes son ya ( una exclamación de sorpresa, duda o
ironía) que suele cerrar el primer verso); kana ( más sutil, que cierra el
poema con un matiz de melancolía) y keri (parecida a la anterior).
Desde que se
fijara como poema
autónomo, allá por
el siglo XVI,
el haiku japonés
ha desplegado una sombrosa y persistente vitalidad, sobre la base de un
lenguaje sencillo y de la observación inmediata. Bashô sugería “seguir la
naturaleza, volver a la naturaleza” pues según él, “la naturaleza
transmite, en forma cambiante, la verdad
inmutable”. Desde ese centro, que irradia sobre todo, nada es indigno de ser
observado y cantado: de ahí la inagotable variedad del haiku,
que puede ser
profundo, leve, triste,
gozoso, delicado o
satírico, incluyendo- en
ocasiones- los rasgos del senryû, un
género poético que toma nombre de su creador, Karai Senryû (1717-1790),
que mantiene la
cadencia del 5-7-5,
pero prescinde de
la palabra estacional y de la
cesura , y se concentra en la vida humana abordándola desde el humor o desde la
sátira…..
…. Bashô advertía
también sobre la difícil facilidad del
haikai (haiku):”El que crea de
tres a cinco durante su vida es un poeta de haikai. El que llega a diez
es un maestro” Y decía también reivindicando la inspiración espontánea
sobre la servidumbre de las
convenciones. “ Aprende las reglas y,
luego, olvídalas, pues,
en definitiva, el
haikai no está
en la letra,
sino en el corazón…..
…..El idioma japonés, sintético y sutil, no suele usar
pronombres personales, no distingue entre singular y plural y es ambiguo en los
tiempos verbales…. “ ( de ahí la dificultad a la hora de traducirlos al
castellano).